Deseo que poco a poco lleguemos a construir un blog interesante centrado sobre todo en nuestra materia y que saquemos el máximo provecho a esto. Espero que publiquemos, dialoguemos y además lleguemos a saber y aprender sobre este aspecto un poco más. Así que "manos a la obra", un saludo a todos y ánimo.

martes, 13 de noviembre de 2007

ÁMBITO DE ACTUACIÓN DE UN FORMADOR DE ADULTOS
1. INTRODUCCIÓN.
En este tema vamos a enumerar los diferentes ámbitos de actuación en los que un profesional puede desempeñar la tarea de formación de adultos, pero para ello, antes de nada, sería interesante que definiéramos el concepto de formación de adultos para así poder comprender la amplitud del concepto.
En julio del año 1997 se celebró en Hamburgo (Alemania) la V Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos organizada por la UNESCO (Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas). En la Declaración de Hamburgo sobre la Educación de Adultos se define la educación de adultos de la siguiente manera:
Definición de educación de adultos
"Por educación de adultos se entiende el conjunto de procesos de aprendizaje, formal o no, gracias al cual las personas que la sociedad considera adultas desarrollan sus capacidades, enriquecen sus conocimientos y mejoran sus competencias técnicas o profesionales o las reorientan a fin de atender sus propias necesidades y las de la sociedad. La educación de adultos comprende la educación formal y la permanente, la educación no formal y toda la gama de oportunidades de educación informal y ocasional existentes en una sociedad educativa multicultural, en la que se reconocen los enfoques teóricos y los basados en la práctica". (UNESCO, 1997).
Siguiendo la Declaración de Hamburgo, la educación se convierte en educación a lo largo de toda la vida y es, por lo tanto, más que un derecho: es una de las claves del siglo XXI. Es, a la vez, consecuencia de una ciudadanía activa y una condición para la participación plena en la sociedad. Es un concepto sumamente útil para fomentar el desarrollo ecológicamente sostenible, para promover la democracia, la justicia y la
igualdad entre mujeres y hombres y el desarrollo científico, económico y social, así como para construir un mundo en el que los conflictos violentos sean sustituidos por el diálogo y una cultura de paz basada en la justicia. La educación de adultos puede configurar la identidad y dar significado a la vida. Aprender durante toda la vida significa replantear los contenidos de la educación a fin de que reflejen factores tales como la edad, la igualdad entre hombres y mujeres, las discapacidades, el idioma, la cultura y las disparidades económicas.
De todo esto, se desprende el amplio ámbito de actuación en que se puede desarrollar una persona que se dedique a formar a adultos y que pasamos a describir.

2. ÁMBITO DE ACTUACIÓN DE UN FORMADOR DE ADULTOS.
El formador de adultos puede desempeñar su ocupación en muchas áreas de la educación, la cultura y la ciencia. A todas estas personas las catalogamos con la misma etiqueta a pesar de que su objeto de estudio sea radicalmente diferente, aunque la tarea de formar es común a todas.
A continuación pasamos a enumerar los diferentes ámbitos de actuación del formador de adultos:
Ámbito de la alfabetización de adultos. Una de las áreas de trabajo de un formador es la alfabetización de adultos. Se considera la alfabetización como los conocimientos y capacidades básicas que necesitan todas las personas en un mundo que vive una rápida evolución y que van más allá del simple leer, escribir y contar, dado que incluye además, el aportar un crecimiento integral de la persona y una preparación para ejercer su participación en el desarrollo socioeconómico, cultural e independiente del medio donde vive. Por las condiciones socio-políticas y culturales en las que viven, muchas personas no han tenido acceso a la educación en su infancia y adolescencia, y es en su adultez cuando finalmente consiguen acceder al sistema educativo para poder alfabetizarse.
Ámbito de la integración y autonomía de la mujer. Las mujeres tienen derecho a la igualdad de oportunidades; a su vez, la sociedad depende de su contribución plena en todos los campos del trabajo y todos los aspectos de la vida. Por tanto, la educación, integración e igualdad de oportunidades para las mujeres se convierte en otro campo de actuación para el formador de adultos, dada la clara desventaja en el acceso de la educación frente al hombre.
Ámbito de la cultura de paz y educación para la ciudadanía y la democracia. Una de las mayores dificultades de nuestro tiempo es eliminar la cultura de violencia y edificar una cultura de paz basada en la justicia y la
tolerancia en la que el diálogo y la negociación sustituyan la violencia en los hogares y la comunidad, dentro de una misma nación y entre los distintos países. El formador puede desempeñar su labor para trabajar en esta área.
Ámbito de la diversidad e igualdad. La educación de adultos deberá reflejar la riqueza de la diversidad cultural y respetar el saber tradicional y autóctono y los correspondientes sistemas de aprendizaje; se debe respetar y ejercer el derecho de aprender en la lengua materna. Una de las tareas más difíciles que ha de cumplir la educación de adultos es la de preservar y documentar la sabiduría oral de los grupos minoritarios, los pueblos indígenas y los pueblos nómadas. A su vez, la educación intercultural debe fomentar el aprendizaje entre y sobre diferentes culturas en apoyo de la paz, los derechos humanos y las libertades fundamentales, la democracia, la justicia, la libertad, la coexistencia y la diversidad.
Ámbito de la educación para la salud. La salud es un derecho humano básico. Las inversiones en educación son inversiones en salud. La educación a lo largo de toda la vida puede contribuir considerablemente al fomento de la salud y la prevención de las enfermedades. La educación de adultos brinda importantes posibilidades de proporcionar un acceso apropiado, equitativo y sostenible al conocimiento sanitario.
Ámbito del medio ambiente sostenible. La educación para un medio ambiente sostenible debe ser un proceso que dure toda la vida y que permita aprender que los problemas ecológicos existen en un contexto socioeconómico, político y cultural. No se puede pensar en un futuro sostenible sin abordar las relaciones entre los problemas ambientales y los actuales paradigmas del desarrollo. La educación de los adultos sobre el medio ambiente puede cumplir una importante función en la sensibilización y movilización de las comunidades y los responsables políticos con miras a una acción ambientalmente sostenible.
Ámbito de la formación ocupacional. La mundialización, los cambios de las pautas de producción, el aumento del desempleo y las dificultades para garantizar el sustento exigen políticas laborales más activas y más inversiones a fin de desarrollar las capacidades necesarias para que mujeres y hombres puedan participar en el mercado del trabajo y en actividades generado-ras de ingresos. El formador dedicado a la cualificación de trabajadores cobra un importante protagonismo en la actualidad.
Ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Acceso a la información. La expansión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación conlleva nuevos peligros de exclusión social y la
boral para grupos de individuos y aún para empresas incapaces de adaptarse a este contexto. Por lo tanto, una de las funciones de la educación de adultos en el futuro debe consistir en limitar estos peligros de exclusión, de modo que la sociedad de la información no pierda de vista la dimensión humana.
Ámbito del colectivo de mayores. En la actualidad hay en el mundo más personas de edad por habitante que nunca antes, y la proporción sigue en aumento. Estos adultos de edad pueden contribuir mucho al desarrollo de la sociedad. Por lo tanto, es importante que tengan la posibilidad de aprender en igualdad de condiciones y de maneras apropiadas. Sus capacidades y competencias deben ser reconocidas, valoradas y utilizadas.
Ámbito del colectivo de personas con discapacidad. De acuerdo con la Declaración de Salamanca, se debe promover la integración y el acceso para las personas afectadas por minusvalías. Estas personas tienen derecho a disfrutar de posibilidades equitativas de aprendizaje que reconozcan y respondan a sus necesidades y metas de educación, y en las cuales se responda a sus necesidades especiales de aprendizaje con técnicas pedagógicas adecuadas.
Como podemos observar, son muchas las áreas en las que un formador puede desempeñar su ocupación, todo ello depende de donde se encuadre su trabajo, el sector productivo en el que esté inmerso y los intereses y cualificaciones que el mismo formador posea. Pero independientemente de su bagaje de conocimientos, del lugar donde desarrolle su acción formativa y los contenidos propios de su programación didáctica, la tarea de formar tiene una serie de pautas comunes válidas para todos los profesionales dedicados a la educación de adultos. A lo largo de este capítulo, continuaremos analizando su perfil profesional, sus competencias laborales y las habilidades propias de su quehacer profesional.

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